" IVAN SAAVEDRA ABOGADOS se
consolida entre los bufetes gallegos a través de un escrupuloso respeto a
aquellos principios esenciales que motivaron su creación y que marcan su
estilo a seguir: el trabajo fruto de una constante labor de
investigación jurídica avalada por el acceso a los mejores medios y
avances tecnológicos; la independencia, intelectual, ideológica
y moral; la calidad, con reflejo no sólo en el resultado sino en
el servicio permanente al cliente; la profundidad y
constancia en el análisis del Derecho y su aplicación al caso
concreto; la utilización de recursos de cara a lograr una mayor
y mejor optimización de tiempo y resultados; la dignidad,
integridad y, sobre todo, honestidad tanto en las
relaciones con clientes, Letrados, Juzgados y Tribunales, como con el personal
de la Administración de Justicia y demás instituciones, y finalmente destacar,
como no podría ser de otra forma, el respeto a las reglas éticas y
deontológicas que dignifican el ejercicio de nuestra profesión.
Se pretende pues en IVAN SAAVEDRA ABOGADOS, compaginar el ejercicio de la abogacía con el estudio evolutivo y permanente del Derecho, de forma y manera que caminemos de la mano con la sociedad actual, asumiendo sus cambios y evolucionando con ella, pues sólo de esa forma podremos ofrecer desde el prisma jurídico las soluciones que día a día nos demandan.
Creemos firmemente que la obligación de actividad del Abogado requiere de un permanente esfuerzo, entendido éste no únicamente desde el análisis profundo y constante en el estudio de los asuntos, sino con el objetivo esencial y prioritario de obtener la plena satisfación del cliente mediante la solución del problema planteado, y haciéndolo siempre acorde a criterios de racionalidad, legalidad, moralidad y por supuesto, humanidad.
Desde aquí le damos la más calurosa bienvenida a nuestra web corporativa,
esperando encuentre en ella, no únicamente la información que necesita, sino y
lo que es más importante, la sensación de que Ud, el cliente, es para nosotros
lo más importante.
Gracias
Iván Saavedra